Un milagro de Oblak impide que el Betis puntúe (2-1)

Pitó César Soto Grado el inicio del partido sin que el Betis se enterara del mismo. Dormido e impreciso, el Atlético salió mucho más enérgico y ejerciendo una presión alta que lo llevó a disponer de ocasiones claras hasta que se adelantó.

El segundo balón horizontal que falló Héctor Bellerín en una primera parte para el olvido, acabó en las botas de Depay, que puso el balón por delante a Morata y entre los despejes de Bellerín y Pezzella termina dentro de la portería. Rui Silva, a quien le computa el gol en propia, no pudo hacer nada.

Los de Manuel Pellegrini no espabilaron y siguieron jugando muy cerca de su portería y nunca hallaron forma de mantener la pelota y darle sentido al juego. De hecho, el portugués le sacó una Depay que podía haber complicado mucho más el inicio.

Pasado el ecuador del primer tiempo, Rodri perdió el balón en un pase horizontal carente de sentido que acabó con Morata frente a Rui Silva. Soto Grado, con ganas de hacer acto de presencia, señaló un penalti que sólo él vio. El siempre selectivo VAR, sólo se detuvo en mirar si era o no fuera de juego de Morata. Inexplicable, menos mal que el meta bético se hizo grande y detuvo el penalti.

No pudo evitar el segundo minutos más tarde. Un mal despeje de Sabaly a la salida de un córner lo recogió De Paul en la frontal y el despeje de Rui acabó en Morata que marcó a placer.

Si el Betis aguantó la compostura y no se fue del partido, en parte se lo debe a Rui Silva y Johnny Cardoso. El estadounidense, bajo una presión alta del Atlético, fue el único que siempre encontró un compañero al que descargar y estuvo muy atento apagando fuegos. De nuevo, muy buen partido del estadounidense.

En parte, los verdiblancos no pudieron progresar ni tener calma con el balón porque jugó sin un 10 que ordenara al equipo y dotara de coherencia los ataques. Rodri, de nuevo, suspendió partiendo como mediapunta y fue sustituido por William Carvalho que firmó una grandísima actuación. Al igual que el de Talayuela, Bellerín también salió del verde por Miranda.

Desde que salió el portugués, le cambió la cara al equipo y adelantó las líneas. La circulación, escasa y lenta en la primera parte, fue dinámica y el balón encontró por dónde pasar.

William Carvalho, tras un aclarado de Johnny Cardoso, firmó un golazo en el 62’ desde casi treinta metros y metió al Betis en el partido con un tiro colocado de mucha clase que entró cerca de la escuadra. William, además, ha sido el primero en marcar un gol desde que el Atlético abandonara el Vicente Calderón.

El Betis se hizo dueño del partido y dejó atrás una primera parte para el olvido. Ayoze probó a Oblak y Guido estuvo muy cerca de hacer el empate, pero el esloveno demostró por qué lleva tantos años en el Atlético de Madrid con una parada milagrosa que acabó en el poste.

Los verdiblancos apretaron, pero el Atlético supo sufrir para certificar su victoria, que le permite olvidar la eliminación de Copa del Rey ante el Athletic y alcanzar los 55 puntos y ganar distancia con los bilbaínos.

Los de Pellegrini, con la derrota del pasado sábado de la Real Sociedad, se mantienen sextos, con 42, dos por delante de los donostiarras. El próximo domingo (21:00 horas), recibe al Villarreal, que le ha endosado cinco al Granada, en el Benito Villamarín, donde buscará con el aliento de los suyos reencontrarse con el nivel mostrado en la segunda parte del Metropolitano y con la gran puesta en escena frente al Athletic. Pezzella, que vio la quinta amarilla, cumplirá ciclo frente a los groguets.