Las mujeres representan el 20% de las juntas de gobierno de hermandades de Sevilla

Hombres en traje de chaqueta oscuro en el primer banco de una iglesia –y en el segundo y en el tercero–, varas delante y un libro de reglas. Ellas pasan por delante en la protestación de fe, prometen las normas, pero no tienen hueco en su banco. Las mujeres están fuera de los espacios de poder, también en las hermandades de Sevilla.

Un estudio realizado por Pablo García Torrejón, periodista especializado en Semana Santa, revela que solo un 20% de los miembros de las juntas de gobierno de las corporaciones de la ciudad son mujeres. Las cifras son incluso inferiores, un 15%, si hablamos de las hermandades de Semana Santa. Aunque siguen siendo menos, en torno al 30%, cada vez hay más mujeres en las nóminas de hermanos de las corporaciones sevillanas, pero este crecimiento no se refleja en los cargos de responsabilidad.

El papel de la mujer siempre ha estado relegado en las hermandades. Muchas acudían a las iglesias y veneraban a sus titulares, pero no eran hermanas, eso era más de hombres. Ellas bordaban, hacían la comida y vendían estampitas en la puerta. Nada más. Estamos en 2024 y, aunque las mujeres van ganando espacios, todavía quedan algunas personas que piensan que ellas solo pueden bordar, hacer la comida y vender estampitas. No hay mujeres costaleras en Sevilla, las acólitas luchan para abrirse un hueco delante de los pasos y en las juntas de gobierno la mayoría se encuentran las puertas cerradas.

Hay 115 hermandades de penitencia y de gloria en Sevilla. Solo hay una hermandad en cuya Junta de Gobierno hay más mujeres que hombres, el Carmen de Calatrava y hay seis hermanas mayores, ninguna de ellas de penitencia. Solo una mujer ha sido hermana mayor en una corporación de penitencia: Maruja Vilches en los Javieres, que ocupó el cargo en dos mandatos. Esta mujer fue también la primera que, junto a otras tres hermanas de la corporación de Omnium Sanctorum, vistió la túnica de nazareno con el visto bueno del arzobispado en 1985.

Entre las hermandades de penitencia destaca Bellavista. Su hermano mayor, de apenas 30 años, "llegó con el fin de querer hacer una Junta de Gobierno paritaria" y es la corporación que viste túnica de nazareno que tiene más mujeres con respecto al número de hombres en su equipo. De hecho, entre las hermandades estudiadas solo hay una con más mujeres que hombres en su máximo órgano, el Carmen de Calatrava.

Hay tres hermandades en las que no hay ninguna mujer en su directiva: el Divino Perdón (vísperas), el Calvario y el Santo Entierro. Esta última, junto a El Silencio y la Quinta Angustia, fueron quienes más tardaron en permitir que las mujeres salieran de nazareno, lo hicieron en 2011 y por mandato del arzobispo Juan José Asenjo. "Las hermandades que fueron más tardías en permitir mujeres en sus filas de nazareno son las más cerradas en este aspecto", subraya y recuerda que en la última en incluir mujeres en su órgano de Gobierno ha sido Quinta Angustia.

Aunque en las hermandades de gloria, la proporción de mujeres es superior, siguen siendo una minoría. El periodista subraya lo llamativo de algunos caso como el de la Hermandad de Valvanera. La corporación del barrio de La Calzada ha sido una agrupación femenina históricamente, sin embargo, hoy en día solo hay dos mujeres en su equipo de gobierno.

García Torrejón lo tiene claro, las juntas de las hermandades son un reflejo de la desigualdad de la sociedad. En la mayoría de corporaciones ellas están relegadas a puestos secundarios y muy pocas alcanzan puestos de poder como los de hermana mayor, teniente, mayordoma o priostes. De las 229 mujeres que ocupan cargos en hermandades, solo 78 tienen cargos directivos.

En el análisis varios cargos que se repiten constantemente: formación, juventud, caridad y secretaria (segunda). Estos puestos están relacionados con labores de cuidado y profesiones femeninas como el magisterio o la secretaría (aunque suela ir un hombre por delante). "Cuando se presenta una mujer a hermana mayor pierde simplemente por el hecho de ser mujer", destaca para recordar como Carmen Candela Fuster se presentó a las elecciones de San Benito sin éxito.

Organismos

Desde la Archidiócesis subrayan que "todo el mundo tiene derecho a presentarse" y esperan que, con el tiempo, haya "más mujeres que se comprometan". El padre Marcelino Manzano, delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Sevilla, señala que esto no es tan marcado en las hermandades de gloria o en los pueblos y recuerda que en Sevilla "no era tradición y hubo un tiempo en el que incluso estuvo vetado". Manzano asegura que las mujeres "se irán incorporando" y destaca que desde la institución, lo que quieren son personas "preparadas".

Fuentes del Consejo de Hermandades y Cofradías aseguran que solo ellos son un órgano gestor y que no representan a las corporaciones por lo que han rechazado realizar declaraciones al respecto. "Cada Hermandad es independiente y el Consejo no está para valorar o juzgar lo que cada una hace en su casa", insisten. "Hay mucho miedo al cambio", resume García Torrejón.