Hermandades sin talla: la devoción según Andalucía o cómo rezar ante un cuadro

La Esperanza Macarena y el Gran Poder de Sevilla, Jesús Cautivo de Málaga, Padre Jesús El Abuelo de Jaén, Jesús del Rescate de Granada o la Virgen de los Dolores de Córdoba son algunas de las imágenes más veneradas de Andalucía. Sus procesiones reúnen a miles de fieles durante la Semana Santa y sus templos son multitudinarios y habituales lugares de peregrinación. Son tallas que concitan un impacto devocional sobresaliente, aunque en el Sur existen hermandades que rinden culto a titulares que no son representaciones de madera o escayola.

Una de las imágenes de Cristo más veneradas de la provincia de Jaén es Padre Jesús de Jamilena, una pintoresca localidad de apenas 3.000 habitantes, bañada por un infinito mar de olivos y que se enclava en las primeras estribaciones de la Sierra de la Grana. Padre Jesús, patrón y alcalde perpetuo de la villa, es un Nazareno plasmado en un lienzo del siglo XIX y que sustituyó al primitivo, datado a finales del XVII y que fue destruido durante la Guerra Civil. El Señor, que procesiona en la Madrugada del Viernes Santo, aparece entronizado bajo un coqueto palio.

El Señor de la minería

En la provincia de Jaén, y concretamente en Alcalá la Real, localidad natal de los imagineros Juan Martínez Montañés y Pablo de Rojas, conviven tres cofradías que desfilan en Semana Santa y que veneran a titulares que no son imágenes. Una de las más populares es la de los Apóstoles, que procesiona el Jueves Santo con los doce apóstoles, la Santa Cruz de los discípulos y la mesa de los apóstoles, que es trasladada desde la casa familiar del hermano mayor hasta la iglesia antes de completar el recorrido. Sus orígenes nacen en el siglo XVIII.

Sin duda, la cofradía alcalaína más peculiar es del Ecce-Homo, que rinde culto a una lámina de la Columna, grabada en un marco de color dorado que procesiona el Jueves Santo, el Gallardete de la Columna, que se presenta a cielo raso en un estandarte durante la jornada del Jueves Santo, y el Ecce-Homo, una lámina sobre un marco de metal plateado que camina por las calles alcalaínas el Viernes Santo por la mañana. La lámina del Ecce-Homo coincide durante la mañana del Viernes Santo por las callejuelas del casco antiguo con el Gallardete de Jesús, cuyo titular es un estandarte pictórico que es portado por el hermano mayor depositario durante la estación de penitencia.

En Alcalá la Real, en Jaén, la cofradía más peculiar es del Ecce-Homo, que rinde culto a una lámina de la Columna, grabada en un marco de color dorado que procesiona el Jueves Santo,

De autores desconocidos, y según varios historiadores, el Gallardete y la lámina de la Columna fueron ejecutados en el siglo XIX, mientras que la factura de la lámina del Ecce-Homo fue encuadrada en la centuria del XVIII.

Los rostrillos de Puente Genil y Baena

En Córdoba, las peculiaridades de la Semana Santa de la provincia son especialmente pintorescas en Puente Genil, cuna de la Mananta, nombre con el que fue bautizada primitivamente la Semana Santa en la ciudad. La singularidad de la fiesta data del siglo XVII, centuria en la que nacen las actuales corporaciones bíblicas. En la cuna del portentoso Jesús Nazareno El Terrible, la imagen con mayor número de devotos de la villa, existen alrededor de 70 corporaciones, una especie de cofradías que representan diferentes pasajes de la Biblia con vestimentas y rostrillos creados fielmente.

Son agrupaciones que mantienen culto ajeno a las corporaciones, pero intervienen en los desfiles de la Semana Santa, una temática que se repite de forma similar en Baena, otra de las localidades más representativas de la provincia. Con permiso de coliblancos y colinegros, las turbas de judíos que tocan el tambor desde el Miércoles Santo hasta el Domingo de Resurrección de manera alterna, los rostrillos son habituales en los diferentes cortejos y especialmente en el de Jesús Nazareno, que aglutina en su seno a cuatro grupos de figuras bíblicas: los Apóstoles, las Virtudes, los Evangelistas y los Profetas.

Con independencia de los populares rostrillos y de la calidad artística de sus imágenes, la Semana Santa de Baena se distingue por la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad del tambor de los judíos. La tradición de echar las cajas -nombre con el que es bautizado el sonido del tambor de coliblancos y colinegros a pie de calle y de forma libre- fue protegido por la Unesco en 2018 con la distinción y, además, la Junta de Andalucía declaró recientemente Bien de Interés Cultural (BIC) el toque del tambor del judío.

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Un busto como titular

En el corazón de la Subbética de Córdoba se enclava Encinas Reales, una pintoresca población cuyo patrón y alcalde perpetuo es Jesús de las Penas, titular de la hermandad de nombre homónimo y el faro devocional del Jueves Santo. El titular cristífero de la cofradía es un busto que procesiona sobre una antiquísima peana de carrete sobredorada y que porta un manto de ricos bordados y el bastón de mando de regidor. Su larga melena natural y sus coronas de espinas doradas son la imagen icónica de una imagen que concita un sobresaliente impacto devocional en una comarca diversa en manifestaciones religiosas.