Semana Santa

La "fe no pesa" el Martes Santo en el Cerro del Águila

Con el convencimiento de que el tiempo acompañaría, los vecinos del Cerro pasan del éxtasis al arrebato cuando su "¡Dolores, guapa!" enfila la carrera oficial cerreña, Afán de Ribera, entre pétalos y palomas blancas al son de 'Dolores del Cerro Coronada'

La devoción mariana el Martes Santo en El Cerro del Aguila en Sevilla.

La devoción mariana el Martes Santo en El Cerro del Aguila en Sevilla. / Daniel Valencia

Ana Carretero

Ana Carretero

Este Martes Santo, la fe no pesa en esta barriada sevillana. Bien los saben los costaleros que saludan felices a sus conocidos en los momentos previos de la salida de la cofradía, y así lo luce uno de ellos en un tatuaje estratégicamente situado. Eso sí, hay nerviosismo en las inmediaciones del pórtico de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores de Sevilla. A veces hay sol, pero se vislumbran nubarrones.

La fe del Cerro no pesa. Los costaleros saludan a sus familiares

Detalle del tatuaje que tiene uno de los costaleros de la Hermandad del Cerro del Águila de Sevilla. / Ana Carretero

Una madre llama a su pequeña monaguilla entre la multitud y se giran coreográficamente varias cabezas. El nombre: Lola. La jovencísima Hermandad del Cerro del Águila cuenta con más de 1.600 hermanos por debajo de los 39 años, casi 500 menores de 14 años, y las señoras que guardan sitio desde las 9 de la mañana en la puerta de la iglesia explican que aquí las abuelas son Dolores y las nietas, Lola.

Muchas de estas niñas ya hacen sus pinitos en el equipo de priostía de la cofradía cerreña. Las abuelas son esas mujeres a la que la periodista Charo Padilla dedicó ese ya antológico "en ellas está la verdad" en su pregón de 2019, que le valió un sentido homenaje por parte de la hermandad la Semana Santa pasada. María y sus nietos son un ejemplo de ello. Ella confiesa que no se pierde la salida de su Virgen de los Dolores desde hace 35 años.

María con sus nietos espera la salida de la Hermandad del Cerro del Águila el Martes Santo en Sevilla.

María con sus nietos espera la salida de la Hermandad del Cerro del Águila el Martes Santo en Sevilla. / Ana Carretero

Entre la comitiva de la espera en esta mañana de Martes Santo encapotado, en el que los destellos del sol alimentan las sonrisas de la multitud, en las inmediaciones de la calle Afán de Ribera hay quorum: "Cuenta, por favor, que aquí seguimos la procesión con amor, que no se ría la gente de nuestra pasión", dice Juani.

Se refiere al vídeo viral de la Reina del Martes Santo, del que los vecinos empiezan a estar hartos: "En el Cerro cabemos todos con orgullo y dignidad, aquí se vive este día con devoción", apostilla un joven al fondo.

"En el Cerro cabemos todos con orgullo y dignidad, aquí se vive este día con devoción"

La "humildad del barrio" ya está en la calle

Pese a la devoción mariana que despierta la Virgen de una de las cofradías periféricas más queridas por los sevillanos, hay muchas ganas de volver a ver procesionar a Nuestro Padre Jesús de la Humildad, el primero de los tres pasos cerreños en salir hacia la Catedral. Tras su estreno en 2019, vinieron los años de la pandemia y la lluvia, por lo que este será su tercer Martes Santo por carrera oficial.

11.40 horas, se abre la puerta y asoma la Cruz de Guía, puntual a su cita. Se aprietan los asistentes, aumenta el bullicio, y Lola explica que ella sabía que el Cristo del Desamparo y el Abandono, el tercero de los pasos de la hermandad, precisamente no los iba a desamparar: "La humildad del barrio es lo que nos ayuda", reflexiona.

Suena la Marcha Real y la pasión emana de la calle, bulle, se estremece. Hoy no hay mucho sol, pero han podido salir. Un rayito se cuela en la iglesia y la cruz del nazareno del Cerro se refleja en la pared. La comitiva con mayor recorrido de todas las que cortejan a sus pasos en estación de penitencia en la Semana Santa de Sevilla ya va a la conquista de la ciudad. Al fondo, las nubes les esperan, pero avanzan sin miedo.

El nombre de su titular, una metáfora: los trabajadores de barrio humilde se han escapado de sus lugares de trabajo bien temprano para pedir por los suyos, para recordar a sus mayores; olor a azahar, incienso, cera... Este Martes Santo, mientras el tiempo lo permita, El Cerro entero revisita su infancia y se acuerda de sus ancestros.

Martes Santo en El Cerro

Las primera lágrimas brotan al ver salir a Nuestro Padre Jesús de la Humildad, el primer paso del Cerro. / Ana Carretero

El Himno de Andalucía, toda una declaración de intenciones

Sobre las 12.45 horas, la calle ya es fiesta y rebosa alegría y fervor popular. Llega el momento, la primera levantá de su Virgen. Los costaleros del siguiente turno observan el esplendor del palio. Contención y ojos vidriosos de los más mayores, y de los jóvenes. El cielo de repente arroja una luz preciosa.

Suena el Himno de Andalucía, el de España espera su turno en un barrio que tararea bajito solemne. Sueltan las palomas, ya emblema de esta salida multitudinaria y colorista. Ya va jubilosa su ¡Dolores, guapa!, camino de Hytasa. Este año la cofradía vuelve a su recorrido por Ramón y Cajal.

Vídeo | Así ha sido la 'petalá' a la Virgen de los Dolores del Cerro

Ana Carretero

Un tramo de silencio y 'levantás' por las personas autistas

Hugo Guillén es uno de los jóvenes, hermano del Cerro desde el año 2016, que se afanan los días antes con los preparativos de su Hermandad. Hugo es uno de los chavales que presenta TEA de esta cofradía. Por él, por otros hijos de hermanos y vecinos, El Cerro del Águila vuelve a apostar por silenciar sus evocadoras marchas en una parte del recorrido.

Según Manuel Bayón, médico del SAS (del O61), impulsor de la iniciativa y miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad, "se nos ocurrió el año pasado porque un costalero nos contó que su hijo tenía hipersensibilidad a los sonidos y le encantaba la Semana Santa, pero no podía disfrutar de ver los pasos".

A Hugo, por su parte, la música no le molesta, pero cree que esto es importante "para que todos puedan ver a sus hermandades". Cuenta a este diario que se encarga de limpiar la plata, de ayudar con las flores, preparar los cultos. Este Martes Santo, él va "de enchaquetao" con "el paso del Crucificao", apunta.

El tramo sin banda de música se lleva a cabo este año en la Calle Palos de la Frontera, iniciándose en la Puerta lateral del Palacio de San Telmo (aproximadamente a las 19.15 horas) y finalizará al inicio de la Avda. de Portugal (aproximadamente a las 20.45 horas). "Además, los tres pasos dedicarán sus levantás al colectivo de personas TEA y sus familias en la Puerta de la Facultad de Filología", explica Bayón.

Daniel Plaza, de Asperger-TEA Sevilla, la asociación con la que la Hermandad ha contado para esta acción, espera que "suponga un efecto llamada para el resto de cofradías". Según Plaza, "es un paso más para que la Semana Santa realmente sea para todos, que sea inclusiva".