Yo trabajo en la Feria

"La gente cree que cantamos solo por echar el rato, pero es nuestro trabajo"

Muchos grupos de música aprovechan la semana que dura la Feria de Abril para sacarse un sueldo entre sevillanas, rumbas y clásicos de siempre

Marina Jamardo (izquierda) con su grupo durante un descanso en la caseta

Marina Jamardo (izquierda) con su grupo durante un descanso en la caseta / CEDIDA

Carlos Doncel

Carlos Doncel

Marina Jamardo es higienista dental todo el año y artista cuando llega la Feria de Abril. En la semana que va del Sábado de Pescaíto al estallido de los fuegos artificiales, compagina su profesión con cantar en uno de los cientos de grupos que ponen música al Real. "Se hace duro porque sales de currar y tienes varios bolos por delante", explica Jamardo. Tras más de una década haciéndolo, no concibe estar en una caseta sin entonar una sevillana junto a una guitarra y un cajón. Aunque le cueste la salud y el sueño.

A pesar de la paliza física que supone, lo hace, claro, por motivos económicos: "Es un reventón para el cuerpo, pero es verdad que en una semana se gana un sueldo y pico", asegura Marina. Y también porque ama la música, por supuesto: "No me he planteado dejarlo porque no puedo vivir sin cantar. Si me quedara sin voz, sería una especie de muerte para mí".

Cantar es un trabajo

"Son muchas horas, aunque me encanta ver a la gente disfrutar. Es una satisfacción", comenta esta componente del grupo Al Xaraf. Pero igual que jugar al fútbol resulta divertido y Messi cobra millones de euros al año, cantar también es un curro.

"La gente cree que cantamos solo por echar el rato, pero es nuestro trabajo", declara el músico profesional Luis Megías. Como Marina, él también se pasa toda la Feria entre altavoces y micros. Días de rebujito, baile y, en ocasiones, condescendencia: "Hay quien todavía cree que por contratarte puede hacer contigo lo que quiera", lamenta Megías.

Hay quien todavía cree que por contratarte puede hacer contigo lo que quiera

Luis Megías

— guitarrista profesional

Son también esos que con la camisa coja y el catavino seco molestan a los que animan la caseta: "Por desgracia también hemos tenido que aguantar a personas borrachas que te quieren romper el instrumento o quitarnos el micro para cantar". Porque la Feria está para disfrutar, pero el respeto y el age son fundamentales.

"No escucho el 80% de la música que toco"

El Real tiene una lista de reproducción predeterminada, que va de las sevillanas de El Pali a las de Cantores de Híspalis, pasando por María del Monte o Salmarina. Entran asimismo en los cánones musicales las rumbas de Gipsy Kings, Raya Real o Los Delinqüentes, y algún que otro éxito clásico que no desentone.

Dentro de la experiencia de las bandas está el saber qué tocar en cada momento: "Adaptamos el repertorio al tipo de público que veamos en la caseta", precisa Luis Megías. "Cuando tocamos temprano y solo hay familias de mediana edad, hay que combinar flamenquito moderno con alguna de Hombres G, por ejemplo".

Adaptamos el repertorio al público que haya en la caseta. Si solo hay familias, tocamos flamenquito y alguna de Hombres G, por ejemplo

Luis Megías

— guitarrista profesional

"Yo no escucho el 80% de la música que toco, pero se trata de hacer disfrutar a los demás", resume este guitarrista de 38 años. "A mí me encantan Los Beatles, pero sé que la gente va a bailar Mi gran noche de Raphael más que Yesterday", deja caer con arte Megías.

De caseta en caseta, Marina, Luis y tantos otros como ellos prestan su voz y acordes durante una semana. Tarde, noche y madrugada. Y entre aquella niña a la que pusieron Triana y un cielo de farolillos pasan y pasamos la vida en la Feria al compás de la música de siempre.