Educación

El Conservatorio de Danza se cae: los alumnos reclaman a la Junta un nuevo centro

Los alumnos del centro se manifiestan ante las malas condiciones que presentan y las numerosas lesiones físicas que han sufrido

Los alumnos del Conservatorio de Danza se manifiestan para exigir un nuevo centro

Victoria Flores

Victoria Flores

El Conservatorio de Danza de Sevilla se cae a pedazos. Las vallas del patio se ven desde fuera y una de las torres está llena de andamios, se cayó un pináculo de dos metros hace unos días. Los alumnos han dicho basta y este viernes se han manifestado para exigir a la Junta de Andalucía, responsable del centro, instalaciones nuevas.

El Conservatorio de Sevilla está ubicado en el Pabellón de Argentina de la Exposición Iberoamericana del 1929 y no está acondicionado según las necesidades de hoy en día. Los estudiantes reclaman desde 2008 un espacio mejor para poder formarse, en 2011 una inspección calificó su estado como desfavorable y en 2017, la hoy consejera de Educación, Patricia del Pozo, reclamó instalaciones nuevas. En 2020 debería haber pasado otra inspección, pero nunca se realizó. "Parece que ya no se acuerda", han lamentado los alumnos del centro.

Alumnos y profesores han criticado que las aulas son insuficientes y que su estado no es el adecuado para poder dar clases de danza. Los techos son muy altos y la insonorización es nula por lo que las clases se convierten en una especie de competición entre docentes por ver en qué clase se puede escuchar la música, motivo por el cual varios sufren ya problemas de audición. Además, varias clases dan a un espacio abierto por lo que, los días de lluvia y frío, poder ir de un espacio a otro se convierte en toda una odisea.

"Nuestra principal reclamación es la construcción o habilitación de un edificio con unas condiciones aptas para estas enseñanzas, donde poder desarrollar adecuadamente la labor pedagógica", señalan también los profesores en un comunicado. Los docentes piden a la Consejería de Educación un espacio que pueda "acoger a todo el alumnado y profesorado del centro en un solo edificio apropiado para las enseñanzas de danza"

Derrumbes

Dos aulas tuvieron que ser cerradas por los derrumbes y los alumnos tienen que dar un rodeo para no pasar por un patio por miedo a que se les caiga nada en la cabeza y la madera de los techos se desprende poco a poco. Las obras son una constante en el centro, pero los profesores aseguran "que esto es un parche más" para una situación que llevan "sufriendo durante años".

Los alumnos consideran el Conservatorio como su "casa", pasan horas y horas allí cada día formándose, pero su estado está teniendo efectos físicos y mentales sobre ellos. "Basta ya de promesas, necesitamos que se tomen las iniciativas", han exigido. Estos bailarines han reconocido que el estado actual de los suelos ha causado numerosas lesiones durante las clases y ahora intenta recopilar todos los partes médicos para poder presentarlos a Educación. "Señora consejera, ya nos prometió un centro nuevo y es momento de que actúe", han insistido.

Las clases no tienen lugar solo en el Pabellón de Argentina, también en el Pabellón de Guatemala, a 50 metros y en un estado físico similar. Los alumnos más pequeños, que acuden al centro por las tardes cruzan esa distancia de noche y sin iluminación. Además, los alrededores del conservatorio, que no está vallado, son un espacio habitual de botellón, el balcón del despacho de la Jefa de Estudios se ha convertido en un urinario para los borrachos y las personas sin techo suelen colarse en algunos espacios. 

Los alumnos han denunciado que la Junta ha parcheado los problemas, pero que estos no paran de surgir, por lo que reclaman un nuevo centro, en el que tengan espacio todas las aulas para que nadie se tenga que desplazar y cuyas instalaciones sean acordes a las necesidades de alumnos y profesores. Los estudiantes se manifestarán de nuevo en la tarde de este viernes y el próximo miércoles en horario de mañana y de tarde.