Música

Alternativas sinfónicas de Juventudes Musicales

La asociación cultural sevillana coronó anoche su colaboración anual con el Teatro de la Maestranza y la ROSS con su habitual concierto de jóvenes talentos

Álvaro Toscano

Álvaro Toscano / Marina Casanova

Juan José Roldán

Juan José Roldán

Cuatro fueron las jóvenes promesas o ya no tanto que participaron en el concierto que cada año desde hace pocos celebra la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en colaboración con Juventudes Musicales, una fiesta a la que este año se unió la Asociación de Fagotistas y Oboístas de España. Antes de llegar aquí cada uno y una ha experimentado ya un largo bagaje, pese a su juventud, que le ha llevado a frecuentar orquestas dentro y fuera de nuestro país, añadiendo retos y triunfos a su todavía poco abultado currículo. Y los cuatro llegan premiados, una por AFOES y los otros tres por Juventudes Musicales de España. Hasta treinta y cinco maestros y maestras de nuestra orquesta arroparon a los solistas en tan ilusionante experiencia, con todo el cariño y la sensibilidad que la empresa merecía.

Córdoba fue la mayor representada en este evento especial, con tres de los cuatro intérpretes nacidos allí. Ana Gavilán demostró ser una oboísta de gran categoría, afrontando el Concierto para oboe de Mozart (más conocido en su versión para flauta número 2, del que toma su número de catálogo) con una gracia y una soltura excepcionales. Se deslizó por toda la obra con un control absoluto de la respiración, sin fisuras ni pausas que malograran un extraordinario legato, y siendo capaz de exhibir todos los resortes de una página que combina virtuosismo, con agilidades extremas, y un elegante y sólido hilo melódico que dominó a la perfección. Su interpretación fue fluida y jovial en los movimientos extremos, llena de ternura en el adagio central. Lástima que un error de cálculo del público impidiera que tocase una propina, que a buen seguro tendría preparada y hubiera puesto un broche de oro a su actuación.

Ana Gavilán

Ana Gavilán / Marina Casanova

También Álvaro Toscano evidenció sensibilidad y elegancia en sus formas al atacar el Concierto de Rodrigo. Vivaz y animado en el allegro inicial, aportando elocuentes filigranas ligeramente aflamencadas y demostrando aptitudes para el color y el virtuosismo. Muy rítmico también en el allegro final, con recargados arpegios sin sobrepasar las buenas formas y esa elegancia apuntada. Sus cadencias fueron claras y meditadas, mientras exhibió ternura y compasión en el célebre adagio, potenciado por la siempre maravillosa aportación de Sarah Bishop al corno inglés. Toscano ya sabía lo que era tocar en el Maestranza, aunque fuera en la Sala Manuel García de la mano también de Juventudes Musicales. Como propina, embelesó con un Ojos verdes en clave serenata.

Alejandro Gómez

Alejandro Gómez / Marina Casanova

Un violonchelista muy expresivo y una batuta disciplinada

Sacar provecho de una página tan extremadamente difícil como el Concierto nº 2 para violonchelo de Haydn no está al alcance de cualquiera. El joven madrileño Alejandro Gómez, que ya colaboró con la ROSS hace un par de años en su ciclo de cámara, no ofreció quizás una interpretación impecable a nivel técnico, pero su pose y su entusiasmo se dejó entrever en todo momento, aflorando una expresividad contagiosa y una enorme capacidad para transmitir y captar nuestra atención. La cantidad de inflexiones, giros, dobles cuerdas y complicadas texturas que evidencia una página tan aparentemente grácil y distendida, hace muy difícil mantener una línea de canto homogénea, pero la convicción y el sentido musical de su intérprete lograron una exhibición altamente satisfactoria de la pieza, magníficamente arropada por la batuta de Daniel Fernández Caravaca. Gómez resultó tan fluido en los movimientos extremos como bucólico, sensual y un punto elegíaco en el central. Bach protagonizó una depurada propina, ¿qué sería de los violonchelistas sin él?

El encargado de arropar con atención al detalle y respeto a los solistas fue el también cordobés Daniel Fernández Caravaca, que demostró buen tino con el clasicismo, una capacidad extraordinaria para el diálogo y un trabajo muy reflexivo y arquitectónicamente depurado con el Idilio de Sigfrido, que en sus manos y las de la treintena músicos convocados resultó una pura delicia, controlando cada matiz y plano sonoro y modulando la tensión de forma muy acertada. Sólo en el Concierto de Aranjuez percibimos algún desgaste que le llevó a realizar una lectura mecánica, quizás algo desmotivada y un poco desaborida de tan célebre obra.

ROSS ****

Concierto extraordinario de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en colaboración con Juventudes Musicales de Sevilla y la Asociación de Fagotistas y Oboístas de España. Alejandro Gómez, violonchelo; Ana Gavilán Quero, oboe; Álvaro Toscano, guitarra; Daniel Fernández Caravaca, dirección. Programa: Concierto para oboe en Do mayor K314, de Mozart; Concierto de Aranjuez, de Rodrigo; Concierto para violonchelo nº 2 en Re mayor Op. 101, de Haydn; Idilio de Sigfrido, de Wagner. Teatro de la Maestranza, jueves 23 de mayo de 2024