Entrevista | Juan Miguel Vega Pregonero de la Semana Santa 2024

“Mi intención es que quien escuche el pregón salga del teatro loco por ver un paso y con el corazón lleno de alegría”

Juan Miguel Vega (Sevilla, 1962) es director de Canal Sur Radio y un experto conocedor de la Semana Santa sevillana. Dirigió durante doce años 'El Llamador', un programa que revolucionó la forma de contar la vida cofrade. El suyo será "un pregón popular para todos los públicos"

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Jorge Jiménez

Isabel Morillo

Isabel Morillo

PREGUNTA. ¿Qué se siente a una semana de dar pregón de la Semana Santa de Sevilla?

RESPUESTA. No te niego que un cierto mariposeo pero sobre todo una ilusión grande y mucha gratitud . Lo que vengo experimentando de la experiencia que estoy viviendo a lo largo de estos meses es gratitud por el aliento que vengo recibiendo y también orgullo, un orgullo sereno por la grandeza de esta fiesta.

P. Si tuviera que explicarle a alguien de fuera qué es el pregón de la Semana Santa, por qué la grandeza de ese momento en esta ciudad, ¿cómo lo haría?

R. La Semana Santa de Sevilla es la gran fiesta identitaria de la ciudad. Es una fiesta religiosa que en algunos aspectos trasciende a la religión. Casi todo el mundo en Sevilla está concernido de alguna manera, en mayor o menor medida por la Semana Santa. El pregón es el primer gran acontecimiento de la Semana Santa, el anuncio oficial, la ciudad lo envuelve todo en la solemnidad y a la persona que da ese pregón le da un rango enorme, como el el gran anunciador, como el heraldo del de su gran fiesta. Es algo que la ciudad se toma muy en serio, con mucha emoción, con mucha solemnidad, es es un gran acontecimiento.

P. ¿Cómo se escribe un pregón? ¿Qué se hace, se recorre la vida de uno mientras escribe, cómo se prepara ese momento?

R. Mi experiencia es que el pregón es un viaje interior. Lo que la gente espera es que cuentes tu relación con la Semana Santa. El que va a escuchar el pregón sabe qué es lo que va a pasar. No hay que decirle que llega la Semana Santa, lo sabe, lo que quiere es sentir la emoción y la felicidad de que está llegando la Semana Santa y no hay mejor manera de sentir emoción y felicidad que compartiéndola, es lo que hace el pregonero.

P. ¿Se notará en su pregón que es usted periodista, será un pregón de la calle?

R. No he tenido ninguna pretensión de que se note nada lo que pasa es que te sale solo. Tú eres periodista y te sale. Me he planteado desde el primer momento un pregón que, no estando exento de una cierta calidad literaria, sea un pregón popular para todos los públicos.

P. Usted fue de los primeros que contó la Semana Santa de Sevilla a pie de calle, con el micro bajo el paso, hicieron una especie de ‘carrusel deportivo’ que marcó época y estilo. Cuénteme como fue

R. Eso fue un trabajo de equipo. Realmente el que tuvo la iniciativa de hacer esta cobertura total de la Semana Santa fue Luis Vaquero, el entonces director de Canal Sur Radio. A principios de los 90 formó un equipo también con José María Durán, que había sido su antecesor, y tuvieron la iniciativa de hacer El Llamador, un programa con otra visión, un estilo más periodístico. Fran López de Paz y un servidor trasladamos también el espíritu del programa a las retransmisiones de la Semana Santa. Procuramos que fuera un híbrido entre el periodismo, entre la narración periodística y el lenguaje popular. Una de las aportaciones que hizo Canal Sur Radio en Andalucía con la retransmisiones de Semana Santa ha sido la de usar el acento andaluz con una naturalidad que hasta entonces costaba trabajo encontrar.

El pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 2024, Juan Miguel Vega nos habla sobre el acento andaluz

Jorge Jiménez

P. ¿La Semana Santa es lo primero que se contó con acento andaluz en una radio?

R. No había acento andaluz por norma general en los medios de comunicación. El periodista modulaba o moderaba su acento, se ponía fino como decimos aquí pero nosotros en la radio para hablar de Semana Santa teníamos que hablar como hablaba la gente de la calle y empezamos a utilizar nuestro acento, nuestras expresiones, aspirábamos las eses, en fin hablábamos como hablaba la gente de la calle. Dio la casualidad de que cuando acabamos de hacer la Semana Santa lo trasladamos a nuestra actividad cotidiana y a partir de ahí empezamos a presentar los informativos con nuestro acento andaluz absolutamente establecido y con una naturalidad absoluta.

P. ¿Por qué se puede ser ateo y hermano fervoroso de una hermandad de Semana Santa?

R. Esto solamente pasa en Sevilla, bueno en Andalucía. Es algo que no se entiende muchas veces, como suele pasar con las cosas de Andalucía que empiezan primero no entendiéndose y luego acaban despreciándose precisamente por la ignorancia, que suele ser osada. Estamos hablando de una fiesta identitaria no solo de una fiesta religiosa. La Semana Santa es algo que se enseña de padres a hijos, unos lo viven con mucha intensidad, participando en los cultos, saliendo de nazareno y otras personas a lo mejor lo viven solo yendo a ver salir una cofradía, nada más, pero ese momento es trascendental y se lo dicen a sus hijos, los llevan y ese hijo, que a lo mejor tiene una actitud ante la religión de escepticismo, siempre recordará que iba a haber salir esa cofradía con sus padres y siempre le recordará a sus padres, a sus ancestros, lo llevará en la sangre y esa es la clave.

P. ¿La Semana Santa debería avanzar y adaptarse a los tiempos actuales?

R. Creo que está viva y se adapta a cada momento. Eso se ve si analizas la historia la Semana Santa. Evoluciona constantemente. La clave precisamente de que la Semana Santa no solamente perviva, sino de que cada vez disfrute de un mayor apogeo, es su capacidad para para evolucionar. Una evolución que a veces es controvertida. Hay una frase magnífica de Paco Robles que dice que "la Semana Santa es una tradición que sostiene gente muy novelera", gente muy propensa a los cambios, a modas y a variaciones. Todos los años hay alguna innovación, alguna controversia y la vamos viendo evolucionar. Sobre la Semana Santa pesa además siempre el mismo debate, siempre está el agorero que dice que esto va degenerando. Desde los años 20, que sufrió una transformación absoluta y total, ya empezó la gente decir que esto estaba degenerando. Ahora también existen esas voces pero realmente la Semana Santa vive un momento de apogeo excepcional y es, insisto, debido a su capacidad para evolucionar y para adaptarse los tiempos.

P. ¿Hay clasismo en la Semana Santa de Sevilla? Le pongo un ejemplo, ¿por qué puede haber sillas para unos pocos ocupando espacios públicos de la ciudad con alto precio y no puede alguien ponerse una sillita en mitad de la calle para esperar el paso de una cofradía?

R. La sociedad tiene que tener unas reglas, si estuviéramos haciendo cada uno lo que le diera la gana viviríamos la anarquía y nada funcionaría. Una cosa buena que tiene la Semana Santa es que es del pueblo y en cierto modo se autogestiona. La Semana Santa cuesta mucho dinero y de algún sitio hay que sacarlo, se saca de la carrera oficial. Allí van 20 o 30.000 personas, toda esa gente no son señoritos que tienen ganadería y de clase alta con apellidos con guiones, no, la mayoría hay gente normal y corriente que se gasta un dinero ahí como el que se lo gasta en el abono del fútbol porque le gusta la Semana Santa y gracias a eso, gracias a la autogestión de la sociedad, pues la Semana Santa pervive. El problema de la de las sillitas que bloquean el paso es de seguridad, hay una cierta demagogia con ese discurso y creo que todos mucho más sencillo, mucho más natural, la Semana Santa la hace el pueblo.

P. ¿Le parece normal que solo haya un 20% de mujeres en las juntas de gobierno de las hermandades de Semana Santa?

R. Yo lo miraría al revés, ya son el 20%, antes no eran nada. La evolución es lenta pero se van asumiendo cosas que hacen una serie de años parecían impensables. Con naturalidad la mujer está adquiriendo el papel que tiene que tener en la sociedad. La igualdad está plenamente asumida y yo creo que en un futuro no demasiado lejano veremos hermanas mayores y veremos a las mujeres, con plena naturalidad, presentes en la misma medida que los hombres en la Semana Santa.

P. ¿Al pregonero le molesta el protagonismo de las bandas, que haya gente más pendiente de la música que del paso?

R. Lo de las bandas forma parte de la evolución de la Semana Santa y creo, como una cuestión muy personal, que se ha perdido naturalidad. La Semana Santa que todos llevamos grabada es la que conocimos de niños y nos resistimos a los cambios. A mí me gustaban más las bandas antes, cuando eran menos sofisticadas. Ahora todo es más complejo y tocan como nunca han tocado, eso es verdad. Esto es una cuestión de gusto personal y tengo que reconocer que el éxito de las bandas es absoluto, como arrastran a los chavales, como llenan absolutamente, ahí hay que inclinar la rodilla y aceptar que estamos en minoría.

P. ¿Y el tema de los llamados ‘chilladores’, quienes en la calle expresan su emoción chillando a las imágenes, le molesta?

R. Procuro que me molesten la menor cantidad de cosas posibles. En la calle pasan muchas cosas y creo que estar indignándose por todo es un error que te lleva a la melancolía. En general, en la vida y en el mundo en el que vivimos hay mucho irritado de oficio, tenemos que relajarnos un poco y disfrutar. Me considero un Epicureo de la Semana Santa, me gusta disfrutarla, no voy por ahí a ver que veo para criticarlo. Hay personas que expresan su emotividad de una manera un poquito, vamos a llamarlo, histriónica, bueno, pues es su forma de ser, su forma de vivir. Hay a quien le gusta llamar la atención, unos lo hacen de esa manera, otros lo hacen de otra, yo no soy nadie para juzgar a nadie.

El pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 2024, Juan Miguel Vega nos habla sobre 'los chilladores'

Jorge Jiménez

P. Pienso muchas veces que el mejor ejemplo de convivencia en la calle que existe se da en una bulla.

R. Tú lo has dicho, la bulla, ese es el secreto de la Semana Santa, la autogestión de la bulla. La bulla es un fenómeno que en cualquier otro sitio del mundo daría lugar a tragedias constantemente en Sevilla no. En Sevilla tenemos paciencia, tenemos comprensión, tenemos empatía, sabemos aguantar, sabemos esperar y por eso no pasa nada. Yo creo que habría que aprender del fenómeno de la bulla y a lo mejor trasladarlo a todos los ámbitos de la sociedad, porque probablemente las cosas serían de una manera muy diferente.

P. ¿De qué hermandad es el pregonero?

R. De San Bernardo y del Cristo del Amor, que es mi hermandad de adulto. La de niño, la que llevo en el corazón es San Bernardo, una hermandad muy especial, muy seria, con mucho caché, popular pero seria y para mí es muy especial.

El pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 2024, Juan Miguel Vega nos habla sobre 'la bulla'

Jorge Jiménez

P. Recomiende algún lugar poco habitual y especial para ver algún paso donde no haya mucha gente.

R. Si eso puede existir todavía, que es complicado, porque además como te lo diga ya se masifica. Me gustaba mucho ver la cofradía de ‘Los Caballos’ por la calle Gerona el Jueves Santo a la salida. Ahora está de bote en bote. Me gusta mucho San Bernardo por la calle Fabiola, me gustan mucho Los Gitanos por la calle Peñuelas.

P. Usted que lo sabe bien, ¿cómo se vive una Semana Santa trabajando?

R. Recuerdo cuando trabajaba en Semana Santa con la retransmisiones, la sensación que tenía al final era paradójico, sentía que me la había perdido. Retransmitía desde un balcón y la Semana Santa está hecha para verla desde la calle. Todo el mundo que está en la calle, en la bulla, envidia el que está viéndola en el balcón pero como se ven los pasos bien es desde el suelo. Pienso en la gente dedicada a la limpieza, que hacen un trabajo excepcional, quienes velan por la seguridad, la hostelería… En fin hay mucha gente con la que estamos absolutamente en deuda porque gracias a ello podemos disfrutar todos los años con el esplendor de una fiesta tan importante como la Semana Santa.

P. ¿Qué titular le gustaría que diéramos los periódicos de su pregón?

R. Lo dije desde el principio, no soy un rapsoda, mi pretensión con el pregón no es ganar el premio Adonáis, ni el Nobel de Literatura ni el Nacional de Narrativa, ni nada de eso… Quiero hacer un buen trabajo pero mi intención primordial es que quien escuche el pregón se sienta feliz y salga del teatro loco por ver un paso con el corazón lleno de alegría porque se acerca la Semana Santa.