El Sevilla se divierte en el Sánchez-Pizjuán ante un Granada casi descendido (3-0)

En los prolegómenos del partido, el capitán del Sevilla FC, Jesús Navas, hizo entrega a Lucas Ocampos de una placa conmemorativa por sus 200 partidos oficiales con la camiseta sevillista, que los cumplió hace dos semanas en el último choque en el Ramón Sánchez-Pizjuán frente al Mallorca.

Acto seguido, se homenajeó también al Sevilla Atlético por su reciente ascenso a Primera RFEF y su título de campeón del Grupo IV de Segunda RFEF. Entre los integrantes del filial se encontraba Isaac Romero, máximo goleador del equipo a pesar de estar desde enero con el primer equipo. El lebrijano se pierde por la lesión sufrida en el derbi lo que resta de temporada.

Quique cuenta con seis bajas para recibir al Granada

Al partido le costó arrancar en sus primeros compases. El Granada lo intentó con más determinación pero sin llegar a concretar las aproximaciones a los dominios de Nyland. De los de Quique Sánchez Flores, un par de centros laterales que no encontraron rematador.

A los 10 minutos, en una apertura de Lamela a Navas y posterior prolongación al espacio de este para Ocampos llegaría el primero del Sevilla. El argentino cedió para el palaciego que puso un balón medido al segundo palo para que Marcos Acuña abriera el marcador con un buen cabezazo picado al suelo ante el que poco pudo hacer Batalla.

El gol cambió el guion del partido y los de Quique comenzaron a dominar más el esférico, pero sin traducirlo en ocasiones claras.

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El Sevilla cedió metros y el Granada comenzó al llegar

La respuesta nazarí al tanto del Sevilla llegó en un mal despeje raso del meta noruego sevillista que cayó en Gumbau y este sirvió rápido para Arezo, pero el uruguayo se precipitó en el disparo y su remate se perdió por encima de los tres palos.

Poco después la volvió a tener el de Montevideo, que intentó cruzar su golpeo desde la frontal, pero le salió centrado y la atrapó Nyland sin problemas.

El control del Sevilla no se tradujo en oportunidades claras. De hecho, la posesión se fue igualando y los sevillistas cediendo metros para intentar coger desguarnecido al equipo de José Ramón Sandoval.

Se fueron disipando los nervionenses del partido y cada vez el Granada se acercaba con más peligro y continuidad. Llegaron a marcar, pero Busquets Ferrer decretó con acierto que el balón había salido previamente por línea de fondo, anulando el tanto.

En el descuento, Lucas Boyé se cargó un tres para dos en una clara ocasión para poner el empate, pero decidió fatal con Pellistri sin oposición para rematar.

En-Nesyri remata al Granada

Un gran robo de Soumaré en el 50’ terminó en el segundo tanto sevillista. El mediocentro sirvió para En-Nesyri, que condujo y cedió a Ocampos para que este le devolviera el cuero con un gran balón raso al segundo palo y marcara a placer,

Quique movió ficha ante la lesión de Kike Salas

Kike Salas con molestias tuvo que abandonar el encuentro en el minuto 72 dando entrada a Nianzou. Ventana que aprovechó también el técnico madrileño para meter en el campo a Lukebakio por Lamela.

Escasos minutos después de los cambios, En-Nesyri tuvo su doblete en un cabezazo que, acechado por dos defensores nazaríes, no encontró la portería de Batalla.

La tendría Ocampos en otro centro para marcar el tercero, pero ahora sí el meta argentino del Granada le negó el tanto con una mano salvadora.

No tardaron en surtir efecto los movimientos de Quique desde el área técnica. Una dejada de Lukebakio para Soumaré la continuó En-Nesyri y, tras hacerse un lío con la pelota en los pies, el belga recogió el testigo y anotó un golazo tras volver loco a Carlos Neva y situarla en la escuadra contraria.

Al Granada, que el segundo tanto casi lo remató, perdió la moral tras el tercer mazazo en un partido que con el paso minutos se le puso muy cuesta arriba y al que le sobraron minutos.

El Sevilla mientras tanto, se gustó con el balón y con la grada del Sánchez-Pizjuán, que una vez certificada esta noche la salvación matemática, alentó a los suyos y disfrutó de un partido muy serio de los hombres de Quique Sánchez Flores.

Hubo tiempo para mirar al palco y acordarse de sus inquilinos desde la grada pidiendo la dimisión del presidente tras una temporada para el olvido.

Quique ha hecho un equipo

Qué aspiraciones hubiera tenido este Sevilla sin el nefasto paso de Diego Alonso es toda una incógnita, pero desde la llegada del madrileño al banquillo nervionense el equipo se muestra fiable en los resultados y poco a poco ha ido creciendo en juego.

Restan cuatro partidos para que los jugadores sigan demostrando que sin la presión de luchar por objetivos lejanos a los pensados en un primer momento, tienen mucho más que ofrecer.

El Sevilla, con la mente en la permanencia, recibe un Granada visto para sentencia

El 3-0 sirvió para concatenar cinco partidos sin perder con 13 de 15 puntos posibles y cerrar la jornada 34 en el duodécimo lugar con 41 unidades empatado con el Alavés.