Sucesos

El juzgado del crimen de Palomares fija una sesión más del juicio

Ha fijado una nueva sesión de la vista para el día 8 de mayo

Maria del Carmen Jiménezdurante la lectura de un manifiesto ante el Juzgado de Menores

Maria del Carmen Jiménezdurante la lectura de un manifiesto ante el Juzgado de Menores / María José López - Europa Press

El Correo

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El Juzgado de Menores número uno de Sevilla, que inicialmente tenía previsto finalizar este martes el juicio comenzado el pasado viernes contra el joven entonces menor de edad acusado del apuñalamiento mortal de un adolescente de 18 años en Palomares del Río la madrugada del 1 de noviembre de 2022, ha fijado una nueva sesión de la vista para el día 8 de mayo, según han informado fuentes del caso.

Carmen Jiménez Cifuentes, madre de Jesús Rosado Jiménez, apuñalado mortalmente prácticamente a las puertas de su casa de Palomares la madrugada del 1 de noviembre de 2022, cuando regresaba a su hogar tras haber acudido a Sevilla a una fiesta de la Universidad, que finalemente se canceló, por lo que se quedó dando un paseo por el centro de Sevilla con su novia y unos amigos; encabezaba el pasado viernes una concentración celebrada a las puertas del Juzgado de Menores número uno, con motivo del inicio del juicio.

Junto a familiares y amigos de Jesús Rosado Jiménez, reunidos tras una pancarta con la leyenda "que el mal no dure y que el bien no se rinda", Carmen Jiménez Cifuentes leía visiblemente emocionada un manifiesto, con el que reclamaba "que se haga justicia y se pueda demostrar que a Jesús, un joven normal, lo asesinaron en grupo, a sangre fría y sin ningún motivo".

Mientras a cuenta de este crimen fue detenido un menor en Coria del Río, siendo internado en un centro de menores y que afronta ahora ya mayor de edad este juicio, trascendiendo meses después el ingreso en prisión provisional sin fianza de un segundo investigado ya mayor de edad a la fecha de los hechos por el citado asesinato; la madre de la víctima exponía que "hay cuatro menores entre los cinco implicados esa noche y sólo uno de ellos, mayor de edad en la actualidad, se sienta en el banquillo" de los acusados.

Los actos y las consecuencias

Pero especialmente, avisaba de que "matar no puede salir tan barato", manifestando que "un joven con 16 o 17 años es plenamente consciente de sus actos y debería serlo también de sus consecuencias"; lo que le llevaba a solicitar la apertura de un "debate social sobre qué está ocurriendo con los jóvenes", para trasladarlo "al ámbito jurídico", porque "desgraciadamente cada vez hay más menores de edad implicados en delitos como robos con violencia o agresiones sexuales".

"Algo debe cambiar a nivel social y jurídico", decía la madre del joven víctima de este crimen solicitando que los poderes promuevan "un plan efectivo contra la violencia juvenil" y, muy en especial; una reforma de la Ley del Menor para que "se castigue con más firmeza a los jóvenes delincuentes y que se proteja con más determinación al resto". Así, demandaba "medidas correctoras serias y auténticas, con un respaldo legal desde que se detectan los primeros indicios de comportamiento indebido".

En ese marco, Carmen Jiménez Cifuentes apostaba además por "incrementar la responsabilidad de los padres en cuanto a las actuaciones delictivas de sus hijos".

Recientemente, la madre de la víctima del crimen relataba cómo aquella madrugada se había acostado sobre las 2,00 horas, tras lo cual sobre las 3,45 horas, los ladridos de sus perros motivaron que se asomase a la calle, viendo entonces a dos jóvenes "en la acera de enfrente" a su vivienda, en la calle Federico Moreno Torroba de la urbanización La Mampela, que intentaban reanimar a un tercer joven que yacía en el suelo y que resultó ser su hijo Jesús, extremo que comprobó al acercarse ella a la escena.

"Cuando vi a mi hijo de bruces hacia el suelo con la nariz con sangre, que es lo único que le vi, yo pensaba que se había desmayado", narraba, relatando cómo los dos citados chicos que habían descubierto a su hijo en el suelo intentaban reanimarle "haciendo lo que los sanitarios les habían recomendado" por teléfono, a la espera de la llegada del dispositivo sanitario.

Según relataban sus amigos, el adolescente víctima del crimen "estaba en Sevilla" capital con idea de asistir a una fiesta organizada con motivo de Halloween, pero dada la suspensión de la misma, en un momento de la noche, ya de madrugada, "decidió volver" a Palomares, donde aconteció el crimen.